Después de mi sobrepeso en la época de pandemia (90 kg con 181 cm de estatura), con 4 meses de entrenamiento eliminé la grasa de más y gané músculo con una rutina coherente de 90 minutos. Cada día vemos como la cultura fitnes va tomando más fuerza y al parecer, sus rutinas cada día son más fuertes, y exigentes; y es que no es una exageración de mi parte, veo personas que no viven del deporte entrenando de forma muy intensa a niveles semi profesionales y profesionales en muchos casos.
Y la pregunta que salta en este punto de la historia es, ¿De verdad necesitamos entrenar tan duro para estar bien mental y físicamente?, De plano la respuesta es ¡no!; salvo contadas excepciones no es necesario mover 500 kg en la vida diaria (Puede ser que tengas un tronco móvil como los pica piedras) en la que estamos el 99% de los lectores. Y es que tristemente la actividad física no ha quedado al margen del espíritu del consumismo ni de las sutiles capas del ego falso.
En los primeros 2 trimestres de la pandemia del COVID-19, muchos nos quedamos como paralizados y paranoicos; y claro, esto fue un caldo de cultivo para que el sedentarismo tomara el poder de nuestras vidas, llenando de rollos las anteriores líneas “V”de nuestros cuerpos, Y es que en esa temporada llegue a pesar 90 kg que con mi 181 cm de estatura no era nada bueno. Un día me vi en el espejo y ya tenía una barriga como de 6 meses de embarazo, ya se hacían más comunes los chistes de mi pareja sobre mí “panchita” como le decía con todo el cariño anestésico que el amor permite.
La gota que derramo el vaso fue cuando un día salí apurado a realizar una compra y después de caminar a paso rápido sentí como mis dedos y pantorrilla se acalambraban, y ese día me dije ¡No podemos seguir así!
Ese día decidí dejar el sillón y ponerme las zapatillas y volver a entrenar como sabía hacerlo. ¿A lo mejor estás en una situación similar? Si es así, necesitas conocer como volver al buen camino sin caer en sobre entrenamientos y lesiones innecesarias; te comparto las pautas que seguí yo, para pasar en 4 meses de un Joven adulto relleno de “amor” (Más anestesia) a un adulto saludable y atlético sin visitar al fisioterapeuta en el intento.
Para iniciar este viaje hay que despejar ciertos términos para comprender, por qué la rutina que te lleva al vómito no es precisamente la mejor opción. Hablemos primero del término Adaptativo.
El concepto de conducta adaptativa hace alusión "al conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria" (Luckasson et al., 2002, p. 73).
Cuando digo que una rutina donde trabajas con pesos enormes, más allá de sí tu test de fuerza, los valida (Si es que tu entrenador te hizo alguna vez uno) no son necesarios ni seguros para tu salud; de verdad para decir que fue una rutina exitosa, ¿debes quedar con tal dolor muscular que no puedas ni caminar al día siguiente?, o ¿vomitar en pleno gimnasio?
Vamos analizando basándonos en el concepto de adaptativo, y repito ¿necesitas mover 200 libras en la banca de pecho plano?, me puedes decir ¿en qué escenario de tu vida diaria vas a necesitar esta expresión motora con esos niveles de potencia y fuerza? Y la respuesta en el 99% será de un rotundo ¡en ningún escenario!, y entonces ¿por qué está tan popularizado este método de entrenamientos brutales?, y más inquietante aún es preguntarnos ¿por qué los hacemos? Y aquí vamos con la siguiente palabra y su definición para ayudarnos a entender este fenómeno.
Sublimación
Según el diccionario de psicología Larousse, el término sublimación se refiere a un mecanismo de defensa, controlas, pulsiones de los instintos que consiste básicamente en la sustitución del propósito original perseguido por un deseo sexual por un fin asociado no sexual y socialmente aceptable (e incluso bien visto), según las principales doctrinas psicoanalíticas. Freud señaló, que algunas de estas actividades de sublimación son la actividad artística y la investigación intelectual. Para Freud, la sublimación no es más que un mecanismo protector de la psique que tiene como función principal aliviar la tensión interna que vive el individuo.
Ejemplos:
Personas con elevado grado de agresividad practican como deporte el boxeo, karate o kick boxing, en donde golpear a la otra persona es el objetivo principal.
Aparte del caso previamente descrito para las personas agresivas, el deporte es un mecanismo de sublimación muy empleado por las personas para liberar el estrés generado por el tener que reprimir pulsiones, ya que ayuda a producir endorfinas, lo cual mejora nuestro estado de ánimo.
Personas con trastornos obsesivos compulsivos, pueden encontrar alivio y satisfacción trabajando en tareas las cuales requieran de minuciosidad y precisión.
Un recurso de defensa empleado de manera muy recurrente para satisfacer muchas pulsiones distintas es la tecnología, porque a partir de los distintos dispositivos podemos ver aquellas cosas que serían inaceptables en el mundo real, como lo es el matar.
Citando a mi profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) el neurocirujano Roberto Rosler, si entrenas a un nivel tan duro, que le generas un daño a tu cuerpo, no es algo normal ni sano, es una sublimación de algo mucho más delicado que enmascaras que la bandera de estética o salud, que se ostenta para justificar estas conductas. Antes de seguir entrenando de esta manera deberíamos visitar el Psicólogo o consejero para entender nuestras verdaderas motivaciones.
El sobreentrenamiento, que es lo que causamos cuando no entrenamos acorde a nuestra realidad física y mental. Y esto nos daña, no genera salud y es la principal causa de ausentismos a los centros deportivos; y es que el cerebro se cansa del maltrato y te sabotea, te regresa al sillón con las papas fritas y la TV, para sublimar desde un lugar donde el daño no llega de inmediato (Al cerebro le cuesta ver el daño a largo plazo, por eso hay tantos fumadores).
Te dejo una lista de los principales síntomas del sobreentrenamiento:
Síntomas
Aumento de la frecuencia cardiaca en reposo y durante el ejercicio.
Disminución del apetito.
Pérdida de peso.
Trastornos del sueño.
Irritabilidad e inestabilidad mental.
Aumento de la P.A. en reposo.
Aumento de la incidencia de lesiones e infecciones.
Apatía para el entrenamiento.
El camino correcto para una sana práctica de la actividad física. El primer consejo es que busques un preparador físico profesional, es decir, un licenciado en educación física, ya que estos son los más capacitados para elaborar un entrenamiento coherente con tu realidad y objetivos; créeme verás resultados si entrenas con un modelo científico, y a mediano plazo te resultará más rentable, en lugar de gastar en costosos suplementos o ayudas mágicas que a la final sin un buen plan de entrenamiento no darán mayores resultados. Segundo: coméntale a tu entrenador tus objetivos de entrenamiento con claridad, ya que existen zonas de entrenamiento que usarán tu grasa como principal fuente de energía, por ejemplo, y si tu objetivo es ganar peso puede que no sea por ahí tu camino.
Te dejo esta tabla que por medio de tu frecuencia cardiaca (FC) permite medir la zona en la que te encuentras y así controlar realmente tu entrenamiento.(Invierte en una banda o reloj Inteligente que mida f.c. es la mejor inversión, y las hay a muy bajo costo) Y por último, recuerda que a menos que vivas de esta práctica deportiva, no necesitas mover pesos gigantescos o correr 15 o 20 km al día para estar bien o saludable. Ya que más que sumar a tu salud le restas, y es posible que estés enmascarando algún conflicto emocional o psicológico detrás de ese “castigo” socialmente aceptado, al cual sometes tu cuerpo.
¿Qué necesita tu cuerpo para estar al 100% en términos neurocientíficos?
30 a 60 minutos de actividad física aeróbica dentro de la zona de esfuerzo que necesites. Puede ser bailar, caminar, andar en bicicleta, etcétera. Esto libera neurotransmisores de la felicidad y mejora tu rendimiento cognitivo, además de tu salud cardiovascular. 20 a 30 minutos de ejercicio resistido, es decir, trabajo con sobrecargas o pesas, puede ser gimnasia, ejercicio funcional o en máquinas en un gimnasio. Cuidar tu recuperación y descanso, necesitas 8 horas de sueño, si no duermes bien se libera una hormona que se llama Grelina… afecta el hipotálamo y pasamos con hambre y comemos más … Y esta hormona guarda más grasa de lo normal. Y por último, pero no por ello menos importante, tenemos a la nutrición, aléjate de la comida chatarra, esa comida sabrosa, pero grasosa y llena de azúcares refinadas, ya que van directo a tu panza, y arterias que eventualmente podrán incluso matarte.
Tampoco es que nunca vamos, a premiarnos con ello, pero debe ser cosa de 1 vez a la semana después de cumplir con tu rutina de actividad física diaria. En términos generales, como muchas frutas y verduras, estas últimas debe ser el 50% del contenido de tu plato de comida, una proteína (res, pollo, cerdo o sustitutos, Soja) y 1 sola harina por plato, nunca mezcle papas y arroz a menos que vayas a correr una maratón en las próximas 48 horas. Y como en el caso de la actividad física, te recomiendo que visites al Nutricionista, el profesional de la alimentación, por qué mamá y la abuelita no lo son.
Espero que este artículo te dé las pautas necesarias para entrenar de una manera más inteligente y divertida, de tal forma que tu cerebro no lo vea como una tortura y pueda promover la construcción de un hábito fitness de por vida, y no un arrebato fugaz de fin de año o antes de las vacaciones. Y puedes gozar de los beneficios estéticos y de salud, que lograremos alcanzar entrenando con la cabeza.
El ejercicio promueve cambios estructurales en el cerebro. Diversos estudios han demostrado que las personas que realizan actividad física tienen un mayor volumen cerebral en estructuras importantes para la memoria y la función cognoscitiva como el hipocampo y el lóbulo temporal.