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Amor, redes sociales y realidad

Actualizado: 10 mar 2020



Por Cristian Pernett




La vida ha tenido grandes cambios desde que el hombre pisó la tierra; las décadas y siglos, incluso los milenios son insignificantes de cara al cosmos y lo incuantificablemente loco que puede ser poner los ceros en la fecha en que data aproximadamente la existencia de nuestro universo (big bang hace aproximadamente: 13.810 millones de años.) Pero esto no deja de lado lo impresionante de los cambios experimentados en la existencia de la raza humana, que en relación a la magnificencia cósmica estos cambios se vuelven insignificantes briznas de tiempo.


Un día estábamos a oscuras y al otro día ya teníamos fuego, woooow eso sí fue un avance, muchos científicos le adjudican a este hecho el gran salto evolutivo que nos llevó de ser unos simple monos a los “súper humanos” de hoy. Pero si algo cambió la visión del mundo de forma radical fueron las redes sociales, esas creaciones que vendrían siendo las hijas tan esperadas de esa red de internet que buscaba conectarnos con todos. Lo que nunca imaginó fue el efecto rebote, ahora estamos conectados con todos y con nadie; sacamos pecho orgullosos de tener más de 3 mil amigos en redes o miles de seguidores en las fan page. Y me pregunto ¿de verdad cuántos son tu amigos? Esos que vendrán a rescatarte cuando se dañe tu auto ó te prestarán dinero en una crisis? O simplemente ¿cuántos de ellos saben de verdad quién eres? Esa persona que podría decirte al oído en medio de un abrazo las palabras exactas para levantar tu ánimo.


Y tristemente, el amor también se volvió viral y sé a quedado atrapado en las garras de las redes sociales. Ahora parece que más que ratificar tu amor con tu pareja, lo debes validar con el gran jurado invisible de las redes sociales, y no es que esté en contra de las manifestaciones de amor, pero cuando abro mi celular me encuentro con mil estados #eresmitodo, #Semana34eresmimundo o #ereslomejordemividateamo, ¡como qué se me sube la glicemia!. Es que como terapeuta y coach emocional me he preguntado si tienes que validar tu amor con extraños, algo anda mal. Puede ser inseguridad, unos celos mal gestionados que deben gritar ¡hey mundo no l@ miren! Ya tiene dueñ@, y ¿es que de verdad eso ayuda en algo?


Las tasas de infidelidad y fracasos amorosos van con la inflación, siempre hacia arriba. Y entonces, ¿qué fenómeno acontece aquí? Considero que posiblemente es una combinación de todo lo mencionado, más una distorsión del concepto de vida privada, que ahora es más un reality show de quien gana mas likes en una foto, y es que esto genera problemas en la vida de pareja. Con cierta regularidad veo en mis sesiones, a hombres y mujeres con gran malestar emocional al decirme Cris es que todos creen que tenemos una relación perfecta y no quiero decepcionarlos ó no quiero quedar en ridículo… por eso no puedo terminar la relación (y suben mil fotos más) ¡por Dios! En qué momento la vida de pareja - nuestra vida privada - se convirtió en un concurso social al punto de preferir el sufrimiento, a tomar la decisión madura de terminar una relación que ya no te da felicidad.



El desafío



Pero, no es que sea fácil el manejo social de una relación; debes tomar cientos de fotos de la cena mágica con el filtro perfecto para afinar el rostro de tu novia que por alguna extraña razón no le gusta, y entonces cuál CSI (proceso criminalista forense) la transformas en su versión perfecta, sin fallas, sin errores; la mujer perfecta en la relación perfecta con el hombre perfecto (sin filtros pero con muchas ganas) aunque ya he visto a muchos camaradas del género que se retocan también y todo ¿para que? ¿Para mostrar una perfección por la cual no han hecho nada? la mayoría viven una vida sedentaria y se alimentan muy mal, pero quieren verse como los reyes del fitness.

Y ojo, yo mismo me he visto tentado a retocar una que otra foto; pero no sé, como experto en comportamiento no verbal, considero que se debería agregar una nueva categoría de mentira para esta actitud de transformación digital, además de un capítulo en DSM V (Manual Diagnóstico Y Estadístico de los trastornos Mentales ), es que esto está generando malestar emocional, uno ve unos especímenes espectaculares en redes sociales, y después se encuentra con la realidad y es una bofetada al constatar que no son lo que viste en redes, eso puede generar depresión en el receptor.



De regreso a la realidad




Regresando al tema del amor, ¿no será que gastamos tanto tiempo y recursos cognitivos en “crear amores” virtuales perfectos y nos quedamos sin fuerzas para trabajar en el real? ¿no será que ese boomerang regresa con fuerza a golpearnos en la cara y nos deja presos de las apariencias y a merced de los envidiosos? qué a lo mejor estás exponiendo tu relación ó a tu pareja al develar más información de lo necesario? Y ojo no soy un amarguete, yo también fui adicto alguna vez, pero me libere a punta de golpes de la vida.



Y ya dijo un sabio “Si quieres que un amor prospere, deja que sea una verdad de dos” y no estoy en contra de una que otra publicación de amor ó un par de fotos de algo realmente lindo, pero esa verborrea digital ya me da mala espina. Entonces ¿si mi amor no está hecho público en redes sociales, es menos amor? No lo creo, o si mi “amor” ¿no tiene decenas de likes fracasará? Mucho menos, creo que debemos volver a la línea original, trabajar día a día con nuestra pareja en construir una relación real, esa que se forja con tiempo de calidad cara a cara, escuchar de verdad las necesidades de nuestra pareja, y así gestionar los cambios que semana a semana se dan en las dinámicas de vida.

Que debemos tener el valor de mostrarnos como somos, con espinillas y arrugas, pero reales y trabajar en ser mejores cada día, dejar de parecer para SER. Y bueno así a lo mejor logremos ser más auténticos y autónomos, logrando que nuestras relaciones perduren y que lo que duren sea de verdad, una experiencia de transformación y aprendizajes dignas de ser leídas en una red social.

Ahora me voy a trotar amigos para nivelar mi nivel de azúcar en la sangre, y mantener a raya mi abdomen que quiere ser libre …y no tener que retocar mi pereza mental con photoshop.





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