Goleman, Boyatzis y McKee (2002) afirman que a nadie le gusta trabajar con líderes irritables, dominantes o fríos. Sin embargo, aquellos que mantienen un liderazgo optimista y entusiasta suelen conservar durante mucho más tiempo a sus empleados.
0 comentarios
Me gusta
Comentarios
Ya no es posible comentar esta entrada. Contacta al propietario del sitio para obtener más información.