Hola amigos espero que estén atentos y pensantes. Esta semana quiero hablar de una de las conductas más toxicas y discriminativas de nuestra sociedad y me refiero al prejuicio. Una palabra que nos encanta usar con el NO SOY, y claro está que lo somos en demasía. Pero antes de adentrarme en el análisis de esta conducta y sus peligros, definamos ¿Qué es el prejuicio?
Definición de prejuicio:
En el latín es donde encontramos el origen etimológico del término prejuicio. En concreto, podemos establecer que procede de la palabra praeiudicium que puede traducirse como “juicio previo”.
Prejuicio
El prejuicio es la acción y efecto de prejuzgar (juzgar las cosas sin tener cabal conocimiento o antes del tiempo oportuno). Un prejuicio, por lo tanto, es una opinión previa acerca de algo que se conoce poco o mal.
Por ejemplo: “Creer que todos los árabes son fundamentalistas sin siquiera haber viajado a Asia es un prejuicio”, “Deja de lado los prejuicios y anímate a usar camisas coloridas”, “Pensé que nunca me podría enamorar de una mujer de una cultura tan diferente, pero eran sólo prejuicios”.
Los prejuicios, por lo tanto, se elaboran a partir de opiniones que surgen antes de juzgar la determinación de las evidencias. En otras palabras, un prejuicio es una crítica que se realiza sin tener los suficientes elementos previos para fundamentarla. Si una persona que nunca viajó a Colombia dice que todos los colombianos son narcotraficantes o drogadictos, estará incurriendo en un prejuicio y reproduciendo un estereotipo.
Este tipo de formas de pensar están vinculadas a la discriminación. Los prejuicios suelen ser negativos (se rechaza a algo o alguien antes de tener el conocimiento suficiente para juzgarlo con motivos) y fomentan la división entre las personas: si un sujeto cree que alguien es malo, no se acercará ni siquiera para conocerlo y comprobarlo.
Y es justo aquí donde el peligro más grande se hace visible, dejamos de vivir realidades maravillosas, sólo por vivir la cultura del miedo y de la mediocridad (con todo el respeto) pero es que no hay otra palabra. Toda persona tiene una voz que merece ser escuchada, una cara de la verdad, que no es ni más ni menos verdad que la nuestra. Como indiqué previamente es un error evaluar los hechos fuera de contexto, como desarrollar hipótesis sin hechos. Debemos tener el valor de conocer a esa persona, de permitir que su mente nos toque, que su alma nos rocíe con esa magia que todos poseemos; para luego sin hacer juicios de valor, evaluar simplemente si es compatible o no con nuestra realidad tal o cual persona, entender que muchas veces lo que deseamos esta un paso mas allá del miedo.
Para la psicología
Los prejuicios cognitivos son distorsiones que alteran el modo en que las personas perciben la realidad. Varios de estos procesos fueron verificados de forma empírica por los científicos. Los prejuicios llevaron a la Iglesia católica a rechazar, en su momento, evidencias científicas que comprobaban que la Tierra giraba alrededor del Sol, entre muchas otras. ¿Cometeremos los mismos errores del pasado? Los invito a vivir, a conocer, a explorar y a ser empáticos con sus semejantes. Puede que descubran que hay algo divino detrás de todo rostro humano.
Saludos y que tengan una hermosa semana.