Hola, queridos amigos, espero que se encuentren muy despiertos y pensantes. En esta ocasión quiero hablar de un tema que genera más dolor que todas las enfermedades de la mente juntas. Y estoy hablando de la resistencia al cambio, o como también conocida como psico-rigidez; pero ¿qué es exactamente este problema del pensamiento humano? El pensamiento rígido sucede cuando un individuo es incapaz de considerar alternativas a una situación actual, puntos de vista alternativos o soluciones innovadoras a un problema. Los pensadores rígidos se aferran fuertemente a preconcepciones y generalizaciones, y suelen reaccionar con miedo u hostilidad de cara a cambios inesperados o desafíos. Los patrones de pensamiento rígido suelen desencadenar de experiencias de abuso o privación, que llevan a relaciones basadas en el miedo con el mundo exterior.
Cuando observo detenidamente esa definición no puedo dejar de pensar en Darwin y su teoría de la evolución, donde él determina en una de sus leyes “que no sobrevive el más fuerte, o el más inteligente, sino el que mejor se adapta.” ¿Y cómo esto afecta nuestro día a día? Pues la misma teoría de Darwin nos dice “que lo bueno es lo que beneficia a la mayoría”, desde ese pensamiento de tribus, entonces también corremos el riesgo de quedarnos anclados en la zona de seguridad; y así al evitar el juicio social o los peligros que representa el liderazgo y emprendimiento, adoptamos creencias y valores que no reflejan nuestro verdadero sentir, y que nos alejan de esa zona de felicidad donde pasan las cosas extraordinarias. Y al defender esas reglas socialmente validadas como “correctas” nos puede llevar a cuadricular nuestra mente. Esto nos lleva a reducir la habilidad cerebral de crear múltiples escenarios y tendemos a ver una línea de, eventos como una verdad absoluta.
Peligros de los pensadores rígidos
Vivir con una manera de pensar establecida y nunca salirse de ella lleva a muchas oportunidades perdidas. La gente que avanza en relaciones, carreras o asuntos personales suele encontrar que estos avances suceden como resultado de eventos inesperados o riegos asumidos aplicando la ley de adaptación. Por definición, lo nuevo y lo no probado involucra altos niveles de riesgo, pero cuando el riesgo se asume consciente e inteligentemente, las recompensas suelen valer la pena. Salir de la zona de confort siempre será un buen negocio.
Soluciones al pensamiento rígido
Los pensadores rígidos que desean cambiar sus modos pueden comenzar exponiéndose a opiniones conflictivas con una mente abierta. La mejor manera de empezar a hacerlo es leyendo libros, ya que es más difícil discutir o sentirse amenazados por ellos que por otra persona (hoy más que nunca el conocimiento es poder, poder para cambiar y reinventarnos). Reconocer la validez de opiniones conflictivas, incluso cuando uno no está de acuerdo con ellas, es un gran paso hacía convertir la mente rígida en una más flexible. De los libros, el pensador rígido puede avanzar en interactuar con otra gente que piensa distinto, y, por lo tanto, abrir la mente. De liberarnos de esa conducta tóxica de la sociedad moderna y superficial, de sacar grandes conclusiones con el mínimo de datos, que aunque pueden crear escenarios muy lógicos, lo lógico no siempre es la verdad o lo correcto; recuerden que tiempos atrás era muy lógico opinar que la tierra era plana, porque se veía plana, y resultó ser redonda muy a pesar de lo que la lógica nos dictaba. Entonces debemos también desarrollar el pensamiento crítico y cuestionar las “verdades” hasta demostrar con hechos que de hecho lo son. Les aseguro que será una práctica por demás beneficiosa y cosas maravillosas ocurrirán en su vida. Saludos y espero que tengan un gran inicio de semana.